domingo, 21 de octubre de 2012

"La evaluación es más un proceso ético que instrumental".

Hugo Cerda


     La imagen evidencia uno de los errores más comunes en la práctica educativa, sobre todo porque la evaluación es concebida por la mayoría de los docentes como un suceso independiente o aislado del proceso de enseñanza y aprendizaje y no como un instrumento de comunicación que facilita la construcción de los conocimientos en el aula.

     Esta lamentable situación plantea el reto de cambiar e innovar las estrategias evaluativas. No significa esto incorporar computadoras, laboratorios, bibliotecas e infraestructura de primera. Por el contrario, la innovación supone un cambio, una transformación, utilizar creativamente los recursos disponibles de maneras nuevas con la intención de producir una mejora, es decir, dejar atrás la concepción antigua de lo que es enseñar y aprender.

    De tal manera que ,resulta plausible deslastrarse de viejos esquemas y paradigmas y comenzar a concebir la evaluación como proceso que está íntimamente relacionado con el proceso de enseñanza y aprendizaje, y considerarlo como un aspecto en la innovación. Por lo que, al cambiar las estrategias metodológicas y la forma de abordar el contenido existirá una relación lógica y coherente entre las nuevas formas de evaluar, las cuales no sólo incluye modificaciones en la mirada del docente, sino también en las formas de trabajo de los alumnos. 

   La innovación propiciará una ruptura con el modelo tradicional orientando la práctica evaluativa formativamente y para regular la enseñanza y el aprendizaje. Regulará la enseñanza porque a partir del análisis de los resultados los docentes reflexionan sobre qué es lo que pretenden evaluar y tomarán decisiones encaminadas a modificar su práctica evaluativa y a proponer  nuevas situaciones de aprendizaje para orientar a sus estudiantes a construir significados.

     En tal sentido, es preciso utilizar estrategias en las que el estudiante:

·      Se sienta como agente activo en su propia evaluación.
·      Aprenda a evaluar sus propias acciones y aprendizajes.
·      Utilice técnicas de autoevaluación y sea capaz de transferirlas en diversidad de situaciones y contextos.

   Esto, sin duda alguna, generará un aprendizaje rico en experiencias al brindar  mayores espacios de participación y compromiso para cada uno de los actores educativos, aumentará la responsabilidad mediante la toma de decisiones en los proyectos educativos, aumentará la confianza y afectividad en la relación con los alumnos. Es decir se avanzará en gran medida en la aplicación de la evaluación cualitativa, pues el docente comprenderá el sentido de la evaluación (para qué y qué evaluar) y entenderá su gran aporte al proceso de enseñanza y aprendizaje, y en consecuencia a la educación.

Por Laurys Tenorio





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